Elaborar papel consume una enorme cantidad de agua. En consecuencia, llevar adelante un adecuado tratamiento de los efluentes de la industria papelera es clave para cuidar el recurso hídrico.
Pero, ¿cómo están compuestos los efluentes industriales de este segmento productivo? ¿Qué tratamientos pueden aplicarse sobre estas aguas residuales? Te lo contamos en esta nota.
Elaboración del papel, un proceso de alta demanda hídrica
El agua es un elemento primordial para la elaboración del papel. Además de ser utilizada para desintegrar, disolver, transportar y enlazar las fibras, es empleada para actividades de limpieza y enfriamiento de las maquinarias.
Al tratar los efluentes que generan, las empresas que pertenecen a esta área productiva pueden recuperar las aguas residuales para su posterior utilización, contribuyendo así la sostenibilidad del recurso.
La conciencia ambiental también está presente cuando las empresas crean bosques implantados con el objetivo de reponer la materia prima que necesitan para funcionar.
Vale aclarar que las papeleras a menudo deben lidiar con el mito que indica que son responsables de la destrucción de los bosques argentinos. Según sus detractores, los bosques implantados degradan el suelo, secan las fuentes de agua y facilitan la proliferación de plagas.
No obstante, extender la superficie forestada implantando bosques presenta beneficios ambientales, como, por ejemplo, la fijación del carbono, la disminución del efecto invernadero, la reducción del riesgo de erosión del suelo y el cuidado y la conservación del recurso hídrico.
Composición de los efluentes de la industria papelera
En su operatoria, las compañías del segmento papelero elaboran 3 tipos de productos:
- Papel de pulpa mecánica, creado a partir de madera y utilizado habitualmente en la fabricación de papel de impresión, de escritura y de diario.
- Papel de pulpa química, elaborado con productos químicos que descompone las sustancias presentes en la madera y usado para crear papel de impresión y tissue.
- Papel reciclado, producido a partir de papel usado y desechado, combinado con fibras vírgenes provenientes de los anteriores procesos productivos.
En términos de cantidad, la industria papelera genera entre 30 y 60 litros de efluente por kilogramo de papel de pulpa mecánico producido, 50 a 150 litros de efluente por kilo de papel de pulpa química elaborado y alrededor de 20 a 14 litros por kilogramo de papel reciclado.
Si bien las características específicas de las aguas residuales dependen de las prácticas y los equipamientos empleados, en líneas generales, el efluente derivado de la industria del papel tiene:
- Alto contenido de materia orgánica (DQO/DBO5).
- Elevado contenido de nitrógeno y fósforo.
- Alto contenido de sólidos suspendidos totales (TSS).
- pH ligeramente básico.
- Metales pesados
Qué tratamientos se efectúan sobre las aguas residuales de la industria del papel
Para eliminar la carga contaminante de los efluentes a fin de poder reutilizarlos, o bien verterlos en cuerpos de agua sin poner en riesgo la biodiversidad y la salud pública, las empresas de este segmento llevan adelante un esquema que contempla diferentes tratamientos.
- Pretratamiento. En esta industria, habitualmente contempla la utilización de rejas finas (con aperturas de entre 10 a 25 milímetros) y tamices estáticos (que permiten el pasaje de partículas con diámetros menores a 0.5 a 5 milímetros). Gracias a estos dispositivos, es posible eliminar materiales sólidos grandes y gruesos a fin de que no ingresen en la siguiente etapa del proceso.
- Tratamiento primario. Con el objetivo de remover los TSS y la alta carga orgánica, las papeleras usan sistemas de regulación de pH y dosificación de productos químicos, así como equipos de DAF (Dissolved Air Flotation). Esta solución reduce un 40% de carga orgánica y más del 90% de los sólidos suspendidos totales, siempre que se realicen procedimientos de coagulación o floculación previos.
- Tratamiento biológico. En este estadio, las empresas que elaboran papel utilizan el tratamiento anaeróbico, ya que este tipo de solución, además de eliminar la carga contaminante, ofrece un beneficio energético. En la eliminación anaerobia, las bacterias convierten los componentes orgánicos (DQO) en biogás, produciendo energía verde.
- Desinfección. Se realiza en un laberinto de cloración con dosificación de hipoclorito de sodio a fin de eliminar los microorganismos potencialmente patógenos.
- Deshidratación de lodos. Para secar los lodos provenientes del equipo DAF, se utilizan filtros prensa o tornillos de discos móviles.
Si tenés alguna duda sobre las características de los efluentes de la industria papelera o querés conocer más sobre los tratamientos que implementamos, mandanos un mensaje.
