El agua dura contiene una cantidad considerable de magnesio y calcio. Cuando estos materiales están presentes en el agua en concentraciones significativas, pueden tapar las cañerías y dificultar la disolución de químicos.
Para evitar estos inconvenientes, es necesario llevar adelante diferentes técnicas apuntadas a hacer que el agua se torne blanda.
En este artículo, abordamos algunas de las principales técnicas de ablandamiento de agua.
Tal como mencionamos, el agua es considerada “dura” cuando contiene una cantidad considerable de calcio y magnesio.
Si bien estos minerales son esenciales para la salud, cuando se concentran en el agua incrementan su dureza, aumentando la probabilidad de que haya obstrucciones en las tuberías, complejizando la disolución de ciertos químicos y reduciendo la eficacia de los equipos de tratamiento.
La dureza del agua se mide en partes por millón (ppm) de carbonato de calcio o en granos por galón (gpg) de carbonato de calcio.
De acuerdo con estos parámetros, podemos encontrar agua:
El ablandamiento del agua es una técnica que tiene como objetivo eliminar los iones que la endurecen, que, en la mayoría de los casos, son iones de calcio y magnesio.
Tal como desarrollamos en un artículo previo, históricamente se usaban resinas de intercambio iónico, no obstante, existen otros mecanismos para ablandar el agua.
Se trata de un proceso no químico que utiliza una membrana semipermeable para eliminar una amplia gama de contaminantes (compuestos orgánicos, partículas de arena y arcilla y coloides) así como iones de calcio, magnesio y otros minerales del agua.
Al pasar con fuerza a través de la membrana, el agua deja atrás los iones no deseados. Si bien puede tener algunos desafíos en términos de costos y pérdida de agua (ya que genera una gran cantidad de agua de rechazo), es un método eficaz para filtrar los minerales disueltos y ablandar el agua.
Al igual que la ósmosis inversa, la nanofiltración usa membranas para separar iones y moléculas según su tamaño y carga, removiendo eficientemente los iones de calcio y magnesio.
Las membranas poseen poros de tamaño específico que permiten el paso de agua y ciertos iones, pero retienen en la superficie los iones de calcio y magnesio, debido a su tamaño y carga. Como resultado, el agua que pasa a través de la membrana se torna más blanda.
El ablandamiento de agua por membranas (OI o nanofiltración) se utiliza tanto en el tratamiento de agua en instalaciones industriales, como en la desmineralización de suministros municipales, además de emplearse para mejorar la calidad del agua potable.
Se trata de una técnica utilizada para reducir la dureza del agua mediante la formación de compuestos insolubles a partir de los iones de calcio y magnesio.
Dentro de este proceso se encuentran el ablandamiento con cal y el ablandamiento con soda cáustica.
En el primero, aplicable a aguas que poseen suficientes bicarbonatos, se agrega cal (hidróxido cálcico) al agua a fin de provocar determinadas reacciones que eliminan el calcio como carbonato cálcico (CO3Ca) y el magnesio como hidróxido de magnesio (Mg(OH)2), ambos compuestos insolubles en agua.
Por su parte, el ablandamiento con soda cáustica es una variante del ablandamiento con carbonato sódico y cal. Gracias a una reacción química derivada de la inclusión de este elemento en el agua, se produce la precipitación de carbonato cálcico y la formación de carbonato sódico, que después reacciona con la dureza permanente.
Este método elimina todos los minerales del agua, incluidos los iones de calcio y magnesio, responsables de la dureza del agua.
Se usa en aplicaciones específicas, como, por ejemplo, la producción de agua ultrapura para la industria electrónica.
Por último, otro de los mecanismos empleados para ablandar el agua son los descalcificadores electromagnéticos, dispositivos que emplean campos electromagnéticos para alterar la estructura molecular de los cristales de calcio y otros minerales disueltos en el agua.
El propósito es mantener estos cristales en suspensión, en vez de permitir que se incrusten en las tuberías y otros sistemas.
A diferencia de lo que sucede con otros métodos, los descalcificadores electromagnéticos no requieren el uso de productos químicos y son de fácil instalación y mantenimiento, ya que no necesitan recargas de sal ni regeneración constante.
Existen diferentes procesos para convertir el agua dura en blanda. La elección depende del nivel de dureza, los requisitos del agua tratada y la disponibilidad de recursos. Si necesitás ayuda para seleccionar el mejor método para tus necesidades específicas, contactanos.