El 22 de marzo es una jornada perfecta para reflexionar sobre el futuro del agua, enfatizando en la necesidad de involucrarnos en una gestión eficiente del recurso hídrico, fundamental para la vida.
Esta fecha, cuando se conmemora el Día Mundial del Agua, cobra aún mayor relevancia en el marco de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) establecidos por la ONU como parte de la Agenda 2030. El ODS 6 habla específicamente de la problemática de este recurso, procurando garantizar su disponibilidad y el saneamiento para todos los habitantes del planeta.
A pesar de que la mayoría de los Estados miembros está dando pasos positivos, aún estamos lejos de conseguirlo. Aplicar soluciones tecnológicas es fundamental para construir un futuro del agua que incluya una gestión optimizada que permita un suministro de agua y un tratamiento de aguas residuales y efluentes adecuados.
Digitalizar la administración del recurso hídrico consiste en usar nuevas tecnologías de la comunicación y de la información para perfeccionar su gestión. Esto implica poner en marcha iniciativas tecnológicas a lo largo de los diferentes procesos, desde la captación del agua hasta la utilización por parte de la ciudadanía y el saneamiento y la reutilización.
La digitalización es un aspecto clave para garantizar la disponibilidad y la gestión sostenible del agua. Por un lado, las tecnologías digitales permiten aumentar la sostenibilidad de la industria y reducir los costos operativos, apoyándose en soluciones de automatización de procesos, de gestión remota de los activos y en herramientas de previsión del consumo, de condiciones climáticas y/o de pérdidas hídricas.
Asimismo, las nuevas tecnologías permiten ahorrar agua y fomentar el consumo responsable entre los diferentes usuarios. Por eso, podemos afirmar que la transformación digital es una condición imprescindible para construir un futuro del agua que contemple el ofrecimiento de servicios de calidad que respeten el medioambiente.
Tal como mencionamos, el objetivo principal de implementar iniciativas tecnológicas y digitales en el sector del agua consiste en lograr una gestión óptima del recurso hídrico.
A continuación, te contamos cuáles son las tendencias definirán el futuro del agua.
La pandemia de la COVID-19 impulsó la gestión remota en diferentes industrias y el sector del agua no es la excepción. El uso de sistemas de administración a distancia aumenta la eficiencia en comparación con el modelo de gestión tradicional, vinculado a un puesto de trabajo presencial.
Durante los próximos años, la transformación digital de los procesos cobrará impulso para lograr una óptima gestión remota y colaborativa de todos los agentes involucrados, al mismo tiempo que se avanzará sobre la formación de equipos especializados para responder con mayor celeridad ante eventuales incidencias.
Las plantas de tratamiento de agua potable (PTAP) buscarán poner en marcha soluciones que les permitan llevar a cabo un control centralizado y autónomo de sus operaciones.
Esto implica integrar la información y eliminar la fragmentación de procesos derivada de la utilización simultánea de diferentes tecnologías y modos de funcionamiento para construir un modelo de gestión más eficiente.
La gestión centralizada a través de plataformas capaces de monitorear y conectar todas las variables en tiempo real será otra de las tendencias del futuro del agua.
Asimismo, también será una de las principales impulsoras de cambio al interior de las depuradoras.
Apoyándose en tecnologías como Inteligencia Artificial y Machine Learning (aprendizaje automático), es posible acceder y analizar grandes volúmenes de datos de manera precisa y tomar decisiones que impulsen la productividad y optimicen la operatoria. Además, la automatización permite adelantarse a incidentes y eventuales escenarios desfavorables.
Para optimizar la gestión del agua es necesario implementar métodos de detección de fugas que vayan más allá de la sectorización. Gracias a ellos es posible reducir el tamaño de las áreas de inspección y potenciar los procesos de reducción de pérdidas de agua.
En este sentido, los avances tecnológicos en sensores y comunicaciones serán factores clave para utilizar el agua de la forma más eficiente posible.
Otro de los avances que marcarán el futuro del agua está relacionado con el uso de sensores, contadores remotos y de dispositivos que propicien el riego inteligente en el sector agrícola.
Estas innovaciones mejorarán la eficiencia hidráulica y operativa, reducirán el consumo de agua y potenciarán la sostenibilidad medioambiental al reducir la huella hídrica y de carbono del sector.
A pesar de lo que habitualmente se cree, el 5G va más allá de las telecomunicaciones, ya que se trata de un instrumento que ofrece oportunidades de mejora en numerosos sectores productivos.
Para transformar sus procesos y lograr una mayor eficiencia hídrica y energética, las empresas de suministro de agua necesitan aprovechar el valor de los datos obtenidos de los sensores y utilizar esta información para tomar mejores decisiones.
Gracias a su baja latencia y a su capacidad para conectar millones de dispositivos, el 5G se convertirá en un aliado clave para las empresas de servicios públicos, permitiendo una mayor capacidad en la operación autónoma de infraestructuras, la conducción remota y el uso de datos en tiempo real.
La nanotecnología es una óptima solución para la purificación del agua, ya que los nanomateriales poseen grandes áreas superficiales, permeabilidad selectiva, alta reactividad, afinidad por contaminantes específicos, buena reutilización y excelentes tasas de flujo.
El uso de biosensores nanotecnológicos en el saneamiento del agua funciona detectando pesticidas y metales pesados en el agua. Las nanopartículas, demasiado grandes para pasar por un filtro, atraen los metales pesados y los pesticidas, eliminando las impurezas del agua.
Como podemos ver, el futuro del agua pasa por la transformación digital de los procesos de obtención, purificación, distribución y saneamiento.
Solo a través de la puesta en marcha de soluciones tecnológicas lograremos alcanzar un mañana en el cual la gestión y el cuidado eficientes del recurso hídrico dejen de ser una aspiración y se conviertan en una realidad. ¿Querés más información sobre alguna de estas tendencias? Contactanos.