Tratamiento de efluentes industriales: cómo se tratan las aguas residuales que se generan en la producción de aluminio
El tratamiento de efluentes industriales es un aspecto crucial para numerosas verticales productivas. En especial para las que pertenecen a la industria pesada, es decir, aquellas que fabrican insumos que, a su vez, permiten que otras organizaciones elaboren sus productos.
La industria del aluminio es un claro ejemplo de esto. La fabricación de elementos derivados de este metal, como, por ejemplo, latas, genera aguas residuales que, si no son debidamente tratadas, pueden ocasionar serios inconvenientes.
En este artículo, describimos cuál es el proceso para efectuar un adecuado tratamiento de efluentes en este segmento productivo.
La importancia del tratamiento de efluentes industriales
Como mencionamos, tratar las aguas residuales industriales reviste una enorme importancia por varios motivos. En primer lugar, contribuye a la protección del medio ambiente, minimizando la contaminación del agua superficial y subterránea, reduciendo el impacto en la vida acuática y previniendo la eutrofización.
En segundo lugar, permite cumplir con la normativa ambiental vigente, en términos de calidad del agua y vertido. Asimismo, favorece la reutilización del recurso hídrico, con fines de riego, limpieza u otros procesos industriales, e impacta positivamente sobre la imagen de las empresas, vinculándolas con la sostenibilidad y el cuidado de la biodiversidad.
Producción de aluminio: cómo se tratan las aguas residuales
En líneas generales, los procesos de tratamiento de efluentes involucrados en este tipo de industrias incluyen las siguientes etapas.
Ecualización y control de pH
La ecualización se aplica con el objetivo de acondicionar el efluente para las siguientes etapas de tratamiento. Busca ajustar o disminuir la variabilidad del caudal, atenuar la presencia de contaminantes no habituales y ecualizar las concentraciones.
El caudal a tratar determina el volumen de la pileta de ecualización, que debe permanecer en constante agitación para mantener el material en suspensión. Esto se logra a través de la aireación que, a su vez, evita condiciones anaeróbicas.
Por otro lado, para que la ecualización pueda atenuar las variabilidades del efluente debe verificarse el pH. El control se lleva a cabo para disminuir los efectos de las descargas demasiado alcalinas o ácidas, que generalmente constituyen una parte importante de los procesos industriales.
Coagulación
La coagulación es un proceso de desestabilización y formación de microflóculos. Para efectuarlo, existen diferentes mecanismos.
Uno de ellos es la neutralización de cargas.
La adsorción es otro de los procedimientos utilizados.
Mezcla rápida – Coagulación
Antes de que se produzca la floculación, los productos que se utilizarán deben entrar en contacto íntimo con las partículas a coagular. Esto implica la dispersión del coagulante, la desestabilización por neutralización y la formación de flóculos de hidróxidos.
Cada una de estas etapas se puede ejecutar por diferentes sistemas, como, por ejemplo, sistemas hidráulicos, mezcladores estáticos y sistemas mecánicos.
Agitación
La agitación es el procedimiento que permite que las partículas colisionen entre sí para promover la aglomeración y posterior sedimentación de las mismas.
Es decir, a mayor agitación, también son mayores el gradiente de velocidad, la mezcla en la coagulación y la cantidad de colisiones en la floculación.
Floculación
Los elementos mecánicos e hidráulicos que ayudan a producir la floculación se denominan floculadores. Pueden ser de tipo hidráulico, mecánico o manto de lodos.
Sedimentación
Mediante esta operación, los sólidos suspendidos en un líquido son separados del mismo por efecto de la gravedad.
Sistema biológico - MBR
Los Reactores Biológicos de Membrana (MBR) son un sistema innovador que permite el posterior reuso del agua.
¿Cómo lo hacen? Combinando el tratamiento biológico con la filtración mediante membranas, previa extracción de aceites, grasas y sólidos.
Desinfección – Cloración
Existen diferentes tipos de desinfección. Cada uno de ellos depende del agente desinfectante y del tipo de microorganismos presentes en las aguas residuales.
El tipo de desinfección más utilizado es la cloración, ya sea para potabilización del agua o tratamiento de líquidos residuales.
Deshidratación
Finalmente, se lleva a cabo el tratamiento de lodos. El objetivo de esta etapa es estabilizar los lodos y disminuir su volumen antes de proceder a su disposición final.
Recomendamos la digestión y deshidratación de los lodos generados por el proceso.
En Ecopreneur, contamos con la experiencia y el know-how necesarios para tratar los efluentes de la industria del aluminio de manera efectiva y sostenible. Contactanos.